¿Estás pensando en dejar de ser “virgen de piel”? Tatuarse por primera vez es toda una experiencia que te enganchará y que, seguramente, solo supondrá la primera de muchas visitas a los estudios de tatuaje.
Si estás pensando en dar el gran paso, toma nota de estos 10 “mandamientos” para tatuarse por primera vez.
Los 10 mandamientos para tatuarse por primera vez
- Ojo con los impulsos. Ya sabemos que la vida (por suerte) se parece poco a esas películas tipo “Resacón en Las Vegas” en las que una noche de juerga acaba con un tatuaje que no nos gusta en el lugar más insospechado. Pero la experiencia también nos dice que no son pocos los clientes que se dejan llevar por un impulso y se deciden a tatuarse un nombre, una frase o cualquier motivo sobre su piel sin meditarlo bien y acaban arrepintiéndose más pronto que tarde. Cuidado con eso. Un tatuaje es una obra de arte hecha con aguja y tinta que te acompañará para siempre, que verás (o te verán) a diario y la decisión de hacértelo debería obedecer más a un vivo deseo que a un capricho pasajero.
- Elige bien la zona. Aunque el dolor que causan las agujas sobre la piel es más que soportable, no todos tenemos el mismo umbral del dolor y eso es importante sobre todo cuando alguien va a tatuarse por primera vez. Las zonas que menos molestia suelen causar son las muñecas, los gemelos, los tobillos, en antebrazo y la parte del brazo entre el codo y el hombro, sobre todo en su cara externa. Mientras, la cabeza, el cuello, las orejas, los labios, la axila, el interior del bíceps, la zona dorsal y baja de la espalda, los glúteos, las costillas, el estómago, las manos, los dedos, los genitales, la parte interior del muslo, la parte trasera de la rodilla y los pies son las más molestas. Valóralo cuando vayas a elegir tu tatuaje.
- En los tatuajes, el tamaño sí importa. E importa por varias razones. La primera y fundamental por la superficie de piel sobre la que trabajaremos: un tatuaje de gran formato necesitará un gran lienzo sobre el que trabajar, como la espalda o la totalidad de un brazo o una pierna; mientras, un tatuaje minimalista podrá hacerse en cualquier pequeña parte del cuerpo y es una estupenda opción para empezar y comprobar cómo reacciona nuestro cuerpo a los tatuajes. Además, un tatuaje de gran tamaño suele necesitar varias sesiones de trabajo para completarlo y su precio es bastante mayor por las horas que hay que invertir en él.
- Mira, mira y mira. Instagram y Pinterest son dos fuentes inagotables de ideas de tatuajes. Encontrarás tantas que seguro que te cuesta decidirte solo por un diseño e incluso por momentos sentirás que estás mirando demasiado, pero no. Un tatuaje no es una camiseta o un bolso que puedes mandar al trastero cuando te canses de verlo. Todo el tiempo que inviertas buscando el diseño perfecto supondrá que estés satisfecho con lo elegido mucho más tiempo.
- Busca un buen profesional. Mencionar que cuando te hagas un tatuaje debes escoger un estudio que cumpla con todas las garantías y normas higiénico-sanitarias, nos parece algo obvio. Pero además de eso es fundamental que busques un buen tatuador para el tipo de tatuaje que quieras hacerte porque no es lo mismo hacer un diseño acuarela que uno realista. Todos son tatuajes, sí, pero también todas las tortillas de patata llevan los mismos ingredientes y ninguna está como la de tu madre. Escoger un tatuador especialista en el tipo de tatuaje que más te gusta es una garantía más de éxito.
- Prepárate bien. Cuando ya tengas el diseño perfecto, el estudio ideal y el tatuador más profesional, además de la fecha para tatuarte, deberás poner todo de tu parte para que el lienzo que será tu piel esté perfecto llegado el gran día. Desde dos semanas antes aplica una buena crema hidratante dos veces al día, evita tomar el sol porque podrías quemarte y tener que anular tu cita y no uses métodos depilatorios “agresivos” con la piel como la cera, el láser o la máquina eléctrica. Si tienes que depilarte, mejor rasúrate. Además, no tomes alcohol o drogas.
- Y llega el día T. ¡Por fin ha llegado el día de tatuarse por primera vez! Ya que te has preparado tan bien durante la semana previa sería una pena que echases a perder todo ese trabajo por no hacerlo bien el día de la cita. No apliques ninguna crema sobre tu piel, ni siquiera anestésica, pues podría interferir en el tatuaje. Tampoco conviene que tomes medicamentos, sobre todo los que favorezcan las hemorragias como la aspirina; si tienes algún tratamiento prescrito, coméntalo con tu tatuador. Come bien antes de la sesión para evitar mareos y, si va a ser larga, lleva algo de picar. Usa ropa cómoda e hidrátate con agua, zumos o infusiones.
- Disfruta de la sesión. Tatuarse por primera vez es un momento único que nunca volverás a vivir por mucho que sigas tatuándote así que disfrútalo al máximo. Habla con tu tatuador, pregúntale todas las dudas que tengas y no te pierdas detalle de cómo tu piel va cambiando para siempre.
- Cuida bien tu tatuaje. Aplicar una buena rutina de higiene e hidratación después de hacerte un tatuaje es fundamental para que la zona cicatrice bien, no haya infecciones y la piel luzca perfecta en apenas unos días. Sigue rigurosamente los consejos de tu tatuador sobre cómo cuidar un tatuaje recién hecho, también encontrarás muchos en este blog. Lo normal es que salgas del estudio con tu tatuaje cubierto con un film transparente y te indiquen que lo retires y laves la zona dos veces al día con agua tibia y jabón neutro aplicando movimientos circulares muy suaves. Después aplica una crema cicatrizante y vuelve a cubrirlo. Si notas costras, inflamación excesiva, mal olor o que el tatuaje supura, acude a tu médico para que compruebe que no se ha infectado.
- Sigue buscando. Estamos seguros de que tu experiencia tatuándote por primera vez no será la última porque ¡la tinta engancha! Si es tu caso, sigue buscando diseños, informándote sobre nuevas técnicas y tendencias y disfruta de este arte único.